El aprendizaje activo suele suponer una experiencia interactiva bidireccional entre los alumnos y el docente y, mientras se sabe que es más efectivo y motivador para los estudiantes, la complejidad añadida lo hace más estresante para el docente. Nuestro objetivo es conseguir que sea más fácil enseñar mejor, obteniendo los beneficios del aprendizaje activo a la vez que eliminamos complejidad: un aprendizaje activo que sea realmente para todos.

El aprendizaje activo tradicional introduce incertidumbre

La pérdida de control y la incertidumbre de qué pasará cuando empiece la clase son algunos puntos estresantes de las metodologías tradicionales de aprendizaje activo:

  • ¿Cuánto material tengo que preparar para la clase?
  • ¿Habrán llevado a cabo los alumnos el estudio designado antes de la clase?
  • ¿Qué tengo que explicar en profundidad?
  • Si algunos alumnos terminan antes que otros, ¿qué debería pedirles que hagan?

Este tipo de incertidumbre induce a planear para todos los casos posibles, elevando los niveles de estrés del docente y haciendo que sea más difícil enseñar bien.

Cómo resuelve ChallengeHub el problema de la incertidumbre

ChallengeHub ataca ese tipo de estrés a través de tres métodos principales:

  1. Dejando claro al docente antes de la clase qué cosas es necesario o no preparar
  2. Fomentando interacción de alta calidad entre alumnos en clase
  3. Desarrollando un plan para cada clase fluido pero estructurado

Como ChallengeBot recibe de los alumnos las respuestas de los retos y su valoración de la dificultad de los mismos, el docente puede detectar las dificultades que estos encuentren, y adelantarse a las preguntas que tendrán. Los alumnos también pueden enviar comentarios acerca de retos específicos, facilitando aún más las cosas. Esto no solo reduce el estrés sino que permite que el docente sea más eficiente a la hora de preparar la clase.

En la clase, ChallengeBot puede agrupar a los alumnos en equipos óptimos de forma que la mayoría de las dudas se resuelven por medio de la instrucción entre pares, y la interacción con el docente se limita a niveles razonables incluso en clases con un gran número de alumnos.

Incluso en las clases tradicionales el ritmo es un aspecto difícil, pero ChallengeHub permite que este tipo de incertidumbre se convierta en una cosa del pasado. Un enfoque típico es seguir una pequeña explicación a toda la clase con discusión por equipos hasta el final de la clase, eliminando la necesidad para un horario específico de actividades. Los alumnos, por supuesto, avanzarán cada uno a su paso por los retos, pero esta diferencia se puede contrapesar completando el resto de los retos a modo de tarea.

Finalmente, el ritmo al que los alumnos completan los retos da una indicación clara de la cantidad de material que es adecuado para cada clase o semana de estudio, haciendo que sea más fácil darse cuenta de si la asignatura está avanzando de forma demasiado rápida o lenta.

Conclusión

Nuestro objetivo en ChallengeHub es trasladar las ventajas del aprendizaje activo de las pequeñas implementaciones minoritarias a la enseñanza convencional, y sabemos que para conseguir esto hacer la clase más fácil para el docente es clave.

Con la posibilidad de adelantarse a las dificultades de los alumnos y una instrucción entre pares optimizada en el aula, ChallengeHub ofrece una plataforma para alcanzar ese objetivo, reduciendo la complejidad de la enseñanza a la vez que se incrementa la utilidad de las clases para los alumnos.

Seguimos dando la bienvenida a nuevos docentes que trabajan con nosotros, innovando con una nueva solución de educación que responde tanto a las necesidades de los alumnos como a las de los docentes.

James Cannon

El Dr. James Cannon es un profesor asociado en la Universidad de Kyushu.
Es el creador del aprendizaje activo basado en retos y uno de los fundadores de ChallengeHub.