En las clases tradicionales, el docente suele ponerse en pie delante de los alumnos y hablarles. Cuando se empieza poco a poco con el aprendizaje activo basado en retos, lo normal es aprovechar ChallengeHub para reducir gradualmente el tiempo que se pasa hablando delante de todos los alumnos, concentrándose en lo que es más importante para ellos, y usando ese tiempo de la forma más eficiente para todos.

Haciendo las clases más eficientes

Un punto clave a recordar es que el objetivo de ChallengeHub es hacer las clases más eficientes, y no es solamente un método alternativo de dar tareas para casa. Un primer enfoque típico es sustituir una parte de la clase con retos, con los alumnos buscando información por sí mismos en los recursos compartidos con cada reto. Como siempre, los recursos de los retos deberían cubrir cosas de las que usted habría hablado en clase, y la pregunta del reto debería reflejar lo que se espera que aprenda el alumno, normalmente cubriendo un concepto específico.

No se suele otorgar puntos por completar los retos a tiempo cada semana, por una buena razón. Un elemento clave de hacer las clases más útiles es agrupar a los alumnos en equipos para que se ayuden unos a otros, y para que esto funcione bien hay que fomentar un entorno positivo de trabajo en el que los alumnos vengan a clase con preguntas. Esto no quiere decir que no se pueda requerir que los alumnos completen la mayoría de retos antes del final del curso, pero es saludable que haya fluctuaciones a corto plazo en el progreso de los alumnos. Esto los ayuda a tener motivación interna.

Retos y tarea

En caso de que la tarea haya sido tradicionalmente parte del curso, es importante dejar clara a los alumnos la diferencia entre la tarea y los retos. Los docentes suelen retirar paulatinamente la tarea a favor de los retos formativos, pero se pueden llevar lado a lado siempre que se sostenga la diferencia entre ambos. Si se pide a los alumnos que entreguen su tarea al principio de la clase, nos aseguramos de que el tiempo reservado a la discusión entre alumnos se use de la forma deseada.

Adaptarse según la respuesta de los alumnos

Con los alumnos discutiendo y trabajando en retos, el tiempo que hemos de dedicar a explicaciones generales se reduce. Además, la monitorización en tiempo real del progreso de los alumnos hace la preparación de las clases más eficiente, y el tiempo en el aula realmente útil para los alumnos. El tiempo que no se usa dando explicaciones a toda la clase puede usarse para pasearse por el aula interactuando con alumnos mientras los equipos discuten sus propias dificultades con los retos.

Después de que los alumnos se hayan acostumbrado a los cambios iniciales al formato de la clase, puede ser interesante llevar a cabo un cuestionario preguntándoles si prefieren volver a más tiempo de explicación o tener más tiempo de discusión y retos.

El estado final

Finalmente, vale la pena tener en mente que el objetivo del aprendizaje activo basado en retos no es convertir la totalidad del tiempo de clase en tiempo para discusión, sino sustituir la clase magistral por explicaciones específicas que cubran problemas comunes entre los alumnos, o que los inspiren a avanzar en el estudio. La proporción óptima entre tiempo para explicaciones y tiempo para discusión depende de cada docente, de la asignatura y del tipo de dificultades que tengan los alumnos. Pero lo típico es que los docentes acaben con más tiempo para discusión que para explicaciones.

James Cannon

El Dr. James Cannon es un profesor asociado en la Universidad de Kyushu.
Es el creador del aprendizaje activo basado en retos y uno de los fundadores de ChallengeHub.