En este artículo vamos a hablar de las dos primeras clases de una asignatura usando ChallengeHub, para facilitar el aprendizaje activo basado en retos.

Preparación de la asignatura

En ChallengeHub llamamos stint a cada grupo de retos, y normalmente se lanza un stint para cada clase, quedando esos retos disponibles para los alumnos. Normalmente hay entre 6 y 10 retos por stint, aunque el primer stint normalmente tendrá menos retos que los posteriores porque suele haber menos tiempo para la discusión entre alumnos en la primera clase.

Antes de comenzar el curso el docente prepara stints para las dos primeras clases, cada uno temporizado para ser lanzado al principio de una de las clases. El primer stint simplemente contendrá retos, pero el segundo normalmente también incluirá un emparejamiento deliberado de alumnos. Este emparejamiento facilita la instrucción entre pares, repartiéndose a los alumnos en equipos de dos o tres personas, y aprendiendo todos al ayudarse unos a otros.

Primera clase

La primera clase del semestre es especial para cada asignatura, y su objetivo es explicar a los alumnos el uso de ChallengeHub y cómo funciona el aprendizaje activo basado en retos.

En este modelo, el docente da una idea general de los siguientes puntos:

  • Por qué el aprendizaje activo basado en retos es más efectivo y entretenido para los alumnos que las clases tradicionales tipo conferencia a las que están acostumbrados. Después de todo, si el alumno entiende por qué está haciendo algo es más probable que se implique.
  • Información de cómo registrarse para el curso.
  • Subrayar el cuaderno de retos como un componente integral de la participación del alumno.
  • Subrayar que los retos son distintos de los deberes. No pasa nada por equivocarse, ni por no completar todos los retos de cada semana.
  • Pero habrá un examen final que no se va a retrasar. Así que la mejor forma de prepararse para el examen es completar todos los retos. Para conseguir una buena nota, los alumnos tendrán que estar al día con el curso.
  • Enfatizar que la forma más eficiente de estudiar es intentar hacer tantos retos como sea posible durante la semana, e ir a clase con preguntas preparadas.
  • Motivación para la asignatura. ¿Por qué es el contenido interesante y útil? Dar a los alumnos una razón clara para estudiar suele darles mucha motivación.

Entonces, si queda tiempo y los alumnos han traído smartphones u ordenadores a clase, pueden empezar a trabajar sobre los retos. Como mínimo, para quien sea posible, practicar la interacción con ChallengeHub puede ser útil. Si no, se puede dar una idea general de los puntos más importantes de los retos de la semana.

Preparación para la segunda clase

Antes de esta clase y todas las que vengan después, el docente revisará el progreso de los alumnos en los retos.

  • ¿Qué retos encontraron especialmente difíciles? ¿Se necesita una breve explicación de alguno de ellos?
  • ¿De qué no es necesario hablar?
  • ¿Qué preguntas es probable que salgan?
  • ¿Cuánto han progresado? ¿Es apropiado el número de retos programados para la semana siguiente?

Además, la segunda clase es importante porque es la primera semana que los alumnos han estado usando ChallengeHub, así que quedará claro si algún alumno ha tenido dificultades con el sistema.

Segunda clase

A partir de la segunda clase, el docente normalmente empareja a los alumnos para que puedan ayudarse unos a otros en el proceso llamado instrucción entre pares.

Aunque no es necesario, un truco es repartir folios en blanco y pedir a los alumnos que los doblen en tres y escriban su nombre en uno de los lados, para que el docente pueda encontrar rápidamente a los alumnos con los que quiere hablar, o para poder contrastar el nombre con la vista en tiempo real del progreso de dicho alumno durante la clase.

Después de que se hayan sentado los alumnos, el docente puede decidir dar una pequeña explicación sobre un tema específico, cubriendo retos en los que los alumnos hayan tenido dificultades, o posiblemente para motivarlos para el próximo tema. Esto también sirve para “empezar” la clase y hacer que los alumnos se centren en la asignatura. El resto de la clase se dedica a la discusión.

Durante el tiempo de discusión, los alumnos conversan sobre las dificultades que van encontrando, y se ayudan unos a otros. Puede que no estén acostumbrados a esto y les cueste empezar, así que una buena táctica para romper el hielo es darles dos minutos para que escriban qué es lo que su compañero encontró más difícil de entre los retos de la semana anterior.

Entonces, los alumnos discuten sus dificultades entre ellos, mientras el docente se pasea por la clase. Es una buena oportunidad para escuchar sus conversaciones, hablar con algunos de ellos, y responder sus preguntas.

El docente suele lanzar los nuevos retos al principio de la clase, así que los alumnos que hayan completado todos los retos anteriores y no tengan nada más de qué hablar pueden empezar con los nuevos retos. Los retos que no se completen durante la clase quedan como tarea. Los alumnos más capaces pueden completar casi todos los retos antes del final de la clase.

Enésima clase

Finalmente, recuerda que seguramente habrá imprevistos mientras el docente busca lo que funciona mejor para él personalmente. Así es como funciona la innovación. Sigue aprendiendo de tu uso del sistema e iterando para alcanzar una experiencia más rica tanto para los alumnos como para el docente. Y mantén en mente las dos claves para el aprendizaje activo basado en retos: ¿están los alumnos más motivador de forma interna? ¿es su estudio más eficiente? Si la respuesta a estas preguntas es sí, vas por buen camino.

James Cannon

El Dr. James Cannon es un profesor asociado en la Universidad de Kyushu.
Es el creador del aprendizaje activo basado en retos y uno de los fundadores de ChallengeHub.